Sociedades científicas y asociaciones de pacientes hemos consensuado este manifiesto en el que resaltamos la necesidad de llevar encima dos autoinyectores de adrenalina (AIA) como parte de la medicación de rescate de las personas que convivimos con el riesgo de sufrir una anafilaxia en cualquier momento de nuestra vida.
Muchas personas dependemos de este medicamento en caso de reacción alérgica grave, lo que puede suponer un riesgo vital.
Actualmente los AIA no están reconocidos como medicamentos de aportación reducida lo que supone un sobrecoste para la, ya maltrecha, economía de muchas familias.